El papel de la tecnología en la emisión de licencias de conducción
Por: Hildebrando Durán Santos, gerente de Desarrollo de Negocios LAM de la división de emisión segura de HID Global.
La tecnología revolucionó al mundo e impacta indudablemente la vida de las personas en diversos niveles. Por esta razón, hablaremos de su función en un proceso que es clave para todos los gobiernos y sus estrategias de seguridad vial: la emisión de licencias de conducción.
Hace no más de diez años en Paraguay, por mencionar un país de la región, las licencias de conducir eran unos simples papeles laminados. Esto ocasionó innumerables fraudes como las falsificaciones y el no pago de multas. Era difícil para el gobierno evitar que una persona tuviera varias licencias, por ejemplo, dado que cada departamento (estado) emitía la suya.
Es así que en el año 2014, el gobierno paraguayo expidió la ley 5016-14 para unificar las licencias en el país. Asimismo, esta legislación exigió a las entidades encargadas implementar una tecnología que permitiera emitir documentos seguros y duraderos para evitar este tipo de fraudes.
¿Qué propiedades debe tener una licencia?
Aunque las leyes de cada gobierno (municipal o nacional) sean las que determinen qué datos debe tener una licencia, por lo general se imprimen datos como el nombre del ciudadano, su fotografía, e inclusive su información biométrica. También es normal que figure qué tipo de licencia es, su fecha de vencimiento y las restricciones del conductor.
La ecuación es sencilla: entre más datos (visuales o encriptados) tenga un documento, menos probabilidades hay de falsificación.
Integrar un chip o algún elemento electrónico con información encriptada para autenticar a una persona es una de las estrategias más valiosas en la actualidad. De ahí la importancia de contar con tecnología que permita codificar la información durante el mismo proceso de impresión.
Además, usando las técnicas y los equipos correctos, una identificación puede incluir modelos holográficos de gran detalle para aumentar su seguridad.
Finalmente, cabe añadir que al ser un documento que los ciudadanos portan a diario en sus carteras, las licencias de conducción deben contar con protección contra el desgaste físico (lo ideal es que tengan una vida útil de al menos 5 años).
La importancia de seleccionar la tecnología correcta
Escoger la tecnología es quizá el punto más importante de todo el proceso de emisión de licencias. Independiente de nombres, la mejor tecnología siempre será la que ayude a cumplir con las necesidades de cada localidad sin perjudicar el presupuesto de las entidades a cargo.
Una de las preguntas más frecuentes de las instituciones es: ¿cuánto me va a costar cada licencia? Pues bien, nada más costoso que una mala elección de la tecnología.
Cuando hablamos de tecnología nos referimos al software, a la impresora con sus insumos y a los periféricos, que pueden ser los lectores biométricos, lectores de firma o la cámara.
Centrándonos en el tema de las impresoras, en primer lugar hay que aclarar que las soluciones de emisión se dividen en dos grupos: máquinas grandes y escalables para documentos a gran volumen (portafolio centralizado) y las impresoras de menor tamaño (portafolio desktop), ideales para obtener las credenciales en sitio de manera rápida, como las licencias de conducción.
A este segundo grupo lo podemos subdividir en cuatro plataformas de impresión:
- Impresión térmica directa. También conocida como DTC. El mecanismo de esta tecnología funciona a través de un cabezal térmico que agrega presión y calor a una tarjeta para transferirle una imagen. Tradicionalmente son equipos rápidos y de bajo costo por impresión. Esta tecnología permite trabajar con una calidad de hasta 300 puntos por pulgada (DPI).
- Impresión de retransferencia térmica. Referenciada también como HDP. El mecanismo de esta solución es un poco más complejo, ya que el cabezal térmico imprime la imagen sobre una cinta, la cual a través de un rodillo especial transfiere la imagen a la credencial. Esta tecnología puede alcanzar hasta 600 (DPI). Dada su calidad y seguridad, es muy utilizada en proyectos de gobierno. Algunos modelos tienen la capacidad de imprimir hasta 230 tarjetas por hora. También son consideradas ecológicas por su bajo consumo de energía.
- Impresión de inyección de tinta. Si hablamos de la tecnología más nueva e intuitiva para la emisión de credenciales, debemos hablar de las impresoras de escritorio de inyección de tinta UV. Uno de los factores esenciales de esta nueva categoría de productos son los avances en la tecnología de los cabezales de impresión. La química de las tintas y las técnicas de curado de tinta UV LED permiten una personalización de gran sofisticación visual en las tarjetas, la cual puede alcanzar resoluciones de hasta 600 x 1200 (DPI) a una o dos caras, en tarjetas de plástico PVC.
- Impresión láser. No podíamos dejar de mencionar esta tecnología que permite lograr grabados sofisticados con mayor seguridad, alcanza una calidad de resolución de 600 (DPI) y se puede aplicar tanto en PVC como en policarbonato.
Para dar un pequeño ejemplo, si el volumen de emisión de licencias por año no es muy grande, el costo por tarjeta será menor con un sistema de impresión térmica directa. Ahora bien, cuando estemos hablando de promedios altos de emisión, lo ideal sería optar por la inyección de tinta.
Pueden presentarse muchas variables para escoger la impresora correcta, pero sin duda lo más importante es saber cuál es el volumen de impresión.
También hay que considerar los colores utilizados en la personalización y la durabilidad, lo cual depende de la técnica utilizada y del tipo de tarjeta. En la mayoría de países de América Latina, usan las tarjetas estándar de plástico PVC (policloruro de vinilo). Sin embargo, también se encuentran licencias de conducción en policarbonato; inclusive en algunos países se ve el papel todavía.
Cabe resaltar que uno de los métodos más avanzados es la combinación de técnicas como láser con tinta en el mismo documento, bien sea de PVC o policarbonato, y que en la actualidad existen equipos de impresión que combinan varias tecnologías.
Por otro lado, una mala selección es sinónimo de sobrecostos relacionados con los consumibles, el desperdicio o el mantenimiento de las máquinas.
Un mal funcionamiento de la tecnología terminará afectando a los ciudadanos y, al final, a la imagen de la institución. Por eso, a veces estas entidades prefieren no arriesgarse a usar productos que no encajan con sus necesidades.
Más allá de la tecnología
Finalmente, hay que destacar la importancia de contar con un proveedor de soluciones (integrador o fabricante) confiable que acompañe a la institución en el proceso de adquisición de la impresora y asegure su integración con los otros elementos del sistema.
Las instituciones encargadas de emitir licencias deben cerciorarse de que los proveedores cuenten con un enfoque colaborativo para acompañar a la entidad y entender lo que necesita con respecto a volúmenes de impresión, durabilidad y presupuesto, más allá de los productos.
Este acompañamiento de la fábrica de impresoras sumado a un esquema correcto de servicio técnico suministrado por una compañía local en su mismo idioma, es clave para evitar grandes filas al momento de emitir o renovar una licencia y garantizar un proceso óptimo y seguro para las secretarías de tránsito.